Un arco eléctrico está conformado por una corriente eléctrica que avanza entre dos conductores, a través del aire. El aire, en condiciones normales, es un aislante siempre que no se supere su rigidez dieléctrica. Un arco eléctrico puede producirse por modificar las condiciones de su entorno, de manera que se supere la rigidez dieléctrica del aire, o como consecuencia de la maniobra ya sea de apertura o cierre, de un elemento de interrupción de la corriente eléctrica.
Al momento de formarse un arco eléctrico en el aire, éste por lo general se convierte en un cortocircuito, que suele propagarse en dirección a la fuente de alimentación, ya que como consecuencia de la energía de mismo el aire se ioniza y se vuelve conductor hasta que se enfríe nuevamente. Si un interruptor eléctrico se abre cuando circula a través de él una intensidad superior a la asignada como poder de corte, puede dañarse, perdiendo la capacidad de extinguir el arco y por lo tanto, de obstaculizar el paso de corriente.
En este articulo recomendaciones para prevenir riesgos eléctricos os puede ayudar bastante.
Los arcos eléctricos pueden producirse también por otros motivos, además existe el riesgo de formarse arcos eléctricos tanto en instalaciones de alta tensión como de baja tensión. Los arcos eléctricos altamente peligrosos se deben habitualmente a circunstancias fortuitas, producidas por fallos de las instalaciones o fallos en actuaciones humanas y sus efectos dependen de la intensidad de la corriente del arco, y de la tensión que en él se halla.
Las intensidades de cortocircuito al momento de formarse un arco eléctrico son especialmente altas en las proximidades de los centros de transformación en instalaciones de baja tensión; en el caso de las instalaciones de alta tensión el cortocircuito se manifiesta con gran intensidad en todos los puntos.
Entre las causas que provocan arcos eléctricos se encuentran los fallos en dispositivos de maniobra o protección en la instalación eléctrica; cortocircuitos fortuitos provocados por el desprendimiento de elementos conductores y deterioro de aislantes. Pueden ser producidos también por aproximación excesiva a elementos conductores con herramientas o elementos de medidas, mordidas de animales, avance de humedad sobre los elementos (cables, conectores) de la instalación eléctrica.
Ante éste tipo de situaciones la actuación debe ser inmediata; en el caso de generarse en una red eléctrica doméstica, diríjase hasta en panel que controla el sistema eléctrico del lugar y ciérralos totalmente, para que luego un electricista especializado haga las revisiones y evaluación pertinente acerca de lo que generó el arco eléctrico y los daños que dejó posteriormente.